Tragados por el abismo. La historieta de aventuras en España

El género de aventuras apenas obtiene hasta los años treinta un lugar destacado en los tebeos españoles.. Es hacia 1940 cuando esta temática se descubre a sí misma, se desarrolla y conoce sus días de gloria. En países como Italia o España, los cuadernos de aventuras juegan el mismo papel que en USA desempeña el cómic-book. Sea por su condición no disimulada de producto de consumo, por su desarrollo paralelo a los años del franquismo por su aspecto precario o por la complejidad que entraña aclararse en una jungla compuesta por cientos de títulos dispersos, nunca se ha abordado su estudio sistemático. Sin embargo, si se quiere historiar el medio de verdad, es obligado examinar un patrimonio gráfico que ha marcado la historieta española, compuesto por centenares de colecciones que no dejan de reflejar tanto los intereses y las tendencias de sus autores como los gustos, preferencias y modos de pensar de sus lectores. Cuando se manejan como en esté caso cifras que dan vértigo -casi ochocientos títulos diferentes, más de doscientas mil páginas dibujadas- se impone el rigor a la hora de rescatar del olvido una pasado desconocido para la mayoría de quienes se interesan por la cultura popular. Analizar esta producción significa afrontar la rica y maravillosa historia de la serie B del tebeo español. Es la materia primigenia que ha formado a varias generaciones en los avatares de la imaginación, su estética condensada en sí misma gran parte del sabor de una época, reflejo último de un modo de ver vivo hoy bajo nuevos disfraces.
El respeto a la fidelidad de lo que fue su historia exige un análisis pormenorizado que se detenga tanto en las obras que suscitaron pasiones como en aquellas más ignotas; que observe los avatares de creadores y editores; que intente descifrar las claves internas de la narración tanto como comprender a un público que tan pasionalmente acoge el producto final: Una reivindicación estética e histórica del periodo más fértil de nuestra historieta es necesaria; argumentarla es el propósito de este libro.