Conquest: El último conflicto de los reyes Spires: Abomination

Miniatura de plástico para montar y pintar y 1 carta "iCard" para el juego de miniaturas "Conquest: El último conflicto de los reyes".

"...no podíamos ver nada cuando se lanzó sobre nosotros, chocando contra la mitad del escuadrón. ¡Y ese sonido! Al principio, pensé que eran los hombres pero... eran gemidos, señor. Gemía mientras nos masacraba. Mi capitán, un veterano de diez años se hizo encima."

Las Abominations alcanzan la altura de varios hombres, más altas que cualquier otro ser. Sus extremidades afiladas cubiertas de sangre se extienden desde su abdomen y tórax. Son instrumentos de caos en el campo de batalla, se arrastran hacia delante y destrozan a decenas de hombres con sus apéndices como guadañas, dejando solo una sangrienta ruina detrás de ellos. Los sobrevivientes hablan de un gemido agudo, que no pueden quitar nunca de sus mentes atormentadas, un sonido que se registra más profundo que los gritos de sus compañeros caídos. Este es el único sonido que puede hacer una Abomination, el único sonido que puede emitir: un aullido agudo para transmitir la profundidad de su miseria y tormento.

Las Abominations no estaban originalmente destinadas a servir como máquinas de guerra orgánicas. Eran una forma avanzada y cruel de castigo, ideada por un capricho del Soberano. Escondido en lo profundo de una Abomination yace el cuerpo de un Exile que ha traicionado su confianza o ha violado las leyes más sagradas de los Spire. A pesar de un esfuerzo significativo, incluso los oponentes más fervientes del Soberano no han podido idear a un castigo más severo y han utilizado esta cruel tortura para sus peores enemigos.

Los procedimientos cerebrales invasivos afectan la función cognitiva de los condenados, ya que los tratamientos químicos y hormonales se aplican para hacer que pierdan el control de sus dones vinculados a la vida y los conecten por la fuerza a un organismo inferior. Se propusieron y probaron muchos organismos, pero finalmente se eligió a la humilde hormiga. Si bien se podían hacer ejemplos más espantosos, se encontró que esas abominaciones vinculadas a otras especies eran demasiado intratables o autodestructivas. La fisiología jerárquica e instintiva de la hormiga de alguna manera la hace más susceptible al comando Feromónico, obligando al cuerpo a responder a las órdenes mientras permite que la psique comprometida atrapada dentro de la infernal amalgama orgánica solo tenga el control suficiente para llorar su angustia incluso mientras ejerce la voluntad de sus atormentadores.