El Vecino. Historias

José Ramón estudia oposiciones y lleva una vida segura y ordenada… hasta que se topa con su vecino Javier y la tranquilidad se le acaba.

Por su parte, Javier es un desastre. También es un superhéroe, y tiene que lidiar con su identidad secreta, su traje, sus pastillas de superpoderes… y sus mentiras. De hecho, su problema no es tanto vencer a los superenemigos de Titán, su álter ego, sino llegar a final de mes, o poder decirle la verdad a la chica a quien quiere.

En El Vecino. Historias, Santiago García y Pepo Pérez desarrollan y amplían el universo de su serie El Vecino (Astiberri, 2004-2019) dando la palabra a personajes nuevos, profundizando en otros y experimentando variados recursos. Así lo explica Santiago García, el guionista: “Estas historietas suceden al margen de la narración principal de El Vecino, y su relación con ella es tangencial. Pero que nadie piense que por discurrir al margen se trata de relatos marginales. Éste es un trabajo fundamental para Pepo y para mí. Por un lado, nos ayudó a ampliar, refinar y consolidar lo que podríamos llamar ‘universo vecinal’ (…). Aún más importante es que Pepo y yo las utilizamos como banco de pruebas experimental. Prácticamente no hay ninguna que no nos la tomáramos como un desafío formal, o como un ejercicio de estilo. Queríamos contar nuestra historia y desarrollar a nuestros personajes, pero también queríamos probar cosas nuevas, explorar recursos, tensar la gramática del cómic”.

En este volumen se encuentran dieciséis historietas, algunas aparecidas en distintas revistas, aunque nunca recopiladas en tomo, y otras nuevas y completamente inéditas. La serie El Vecino cuenta con una adaptación audiovisual de próximo estreno en Netflix, dirigida por Nacho Vigalondo y protagonizada por Quim Gutiérrez y Clara Lago.

“El Vecino es experimentación, es humor y drama, es acción y costumbrismo. No es una parodia, sino personajes que se comportan como nos podríamos comportar tú y yo en la mejor y peor versión de nosotros mismos. Personajes demasiado humanos como para ser buenos superhéroes y demasiado superhéroes como para ser buenos humanos”. Manuel Bartual